lunes, 29 de septiembre de 2008

Gragea Turquesa

La primera vez que se vieron ella dibujó una luna con papeles arrugados. El no fue capaz de incinerar esa luna ni ninguna otra. Sólo se destruye lo propio. De lo ajeno, quedan las cenizas.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Gragea violeta

Su sistema de emociones la dejaban a menudo a la intemperie. El estruendo de su risa era tan poderoso como devastador. Una ínfima sensación podía provocarle un llanto callado y persistente que duraba semanas y a veces meses. Sin respuestas ante la magnitud de las expresiones, un estudiante de medicina concluyó en que para ella, el llanto y la risa eran la misma cosa.

martes, 8 de julio de 2008

Invisible Touch

"I swam across,
I jumped across for you,
Oh what a thing to do.
Cause you were all Yellow"
"Yellow" (Coldplay)

Soy completamente amarillo. Tengo la sensación de que todo lo amarillo del planeta se concentra en mí y de que si alguien necesitara un poco tendría que pedírmelo. No sé si podría dárselo, no soy egoísta, muy por el contrario,pero no sé ser otra cosa que esa gran conjunción de color que me invade, me fluye, se esparce por mis extremidades y me mantiene alerta. No puedo determinar el momento exacto en el que entendí que estaba hecho así, tal vez el mismo color se apoderó de mi mente y me hizo pensar, pensarlo hasta absorberlo, empaparme de limón, fusionarme con el sol, atravesarme.
Avanzo lentamente y a medida que doy un paso el amarillo de las cosas se me adhiere, me reafirma, hace que me nazcan burbujas, que se estire mi torso y se achiquen mis extremidades. Me siento liviano, vaporoso, con la agilidad de ser el único continente de un color que de a poco desaparece del planeta. Se va de otros para invadirme a mí con toda la fuerza de su tinte. El color no pesa. El peso justo del amarillo es el único que puedo determinar y se siente como esponja.
Emprendo un viaje, despacio me deslizo con la seguridad de ser el único dueño del color. Despacio, hasta que llega el frío y me veo obligado a acelerar, a oírme el pulso.
Ahora que llegué al tronco, me siento extraño. Empiezo a sentir cansancio, el aire se me corta, veo nublado. Avanzo empastado, empañado, en el principio del desconsuelo. Puede ser que empieze a sentir algo de verde subir muy despacio hasta rozarme la espalda. Pienso amarillo, pero siento algo verde. Y pesa. Es el principio.

martes, 27 de mayo de 2008

Bitter Sweet Simphony

Lost in the sun
Can anybody find their home?
"Sunshine" ( Keane)

La luz de ésa mañana le había herido los ojos. Decidió apartarse, caminar afirmando cada paso en dirección a la estación. No solía ir a ése lugar porque allí escuchaba tantas voces y taconeos de zapatos que se sentía invadida.
Ese día, sin embargo, decidió ir. Evitó la voracidad del sol y se condujo sin mirar el recorrido.
Al llegar a la estación no escuchó ninguna voz. No sintió ningún paso. El bullicio habitual se había disuelto en la imagen de un tren detenido, abierto y ajado que la miraba sorprendido.
Ella siguió la silueta de las sombras. Le dibujaron un camino inconexo, arbitrario y caprichoso. Sintió el calor del asfalto como devolviéndole la certeza de la vida. Su propia voz y sus pasos. Se sentía a si misma en un lugar que había sido de otros. Se escuchaba y pensaba que era allí, sola, frente a sí misma la única que podía decidir su camino.
De repente, escuchó el sonido del tren, un aullido que indicaba que iba a dejar de pertenecer al terreno de la potencia. Subir podía ser el inicio.
Entonces, desdibujó el camino de las sombras, abrió las alas y se enfrentó a la luz.

sábado, 12 de abril de 2008

Gragea roja

Sobre esa cicatriz
Veo el mapa de una guerra.
Pero la piel no combate,
Se guarda los secretos
Y dibuja heridas

martes, 8 de abril de 2008

Pulp Fiction

Some silken moment
Goes on forever
And we're leaving broken hearts behind
"Mystify"(INXS)

Fabio Linneo citó a Ronda en el bar de los techos celestes pero llegó un rato más tarde de lo acordado. Ronda estranguló el cigarrillo, miró hacia la ventana y maldijo en silencio a ese hombre que había conocido muchos años antes y que nunca la había hecho esperar. Todos la observaban y ella, con ese lunar que le interrumpía la sonrisa, se dejaba admirar jugueteando con los ojos ajenos que se volvían cada vez más desorbitados.
Finalmente, apareció Fabio, con el paso firme y la mirada dispersa en el escenario. Tiró una carpeta abultada de papeles sobre la mesa . Llamó a la mesera y le ordenó un capuchino con ración extra de crema, aunque, en los bares ese era el dato que nunca recordaban. Los papeles eran el escudo que no había tenido diez años antes, cuando esa mujer rubia y escotada lo había dejado vestido de príncipe frente a un sacerdote boquiabierto que intentaba explicar quién sabe qué a un público que murmuraba. La mesera regresó con el capuchino y la ración extra de crema. Era una joven alta y con los ojos despiertos, como si quisiera extraerle el jugo al mundo. Fabio le contó a Ronda que estaba trabajando en una película sobre la vida de Marilyn Monroe y que tenía pensado un papel para ella. Ronda respondió con sus habituales armas: la sonrisa perfecta, la voz aguda y suave, los ojos con pestañas imposibles de evitar. Y cuando ella terminó su discurso, el le dio el una hoja escrita. Ronda creyó que su protagónico era un hecho y continuó hablando de la maravilla de interpretar a Marilyn. La hoja sentenciaba: “Vaca y/o animal de granja: Sin texto” . Fabio le explicó que todo comenzaba en la granja de la tía de Marilyn, con la protagonista adolescente hablándole a su animal favorito. Ella gritó, lloró, lo insultó y le rompió el papel en mil pedazos. Se fue tan rápido que olvidó un pañuelo de seda y los cigarrillos. Fabio llamó a la mesera para pedirle la cuenta y además,le dio la dirección de su estudio: Era la primera vez en su vida que alguien se acordaba de la ración extra de crema.

domingo, 30 de marzo de 2008

La curva del desencanto

I walk this empty street on the Boulevard of Broken Dreams
Where the city sleeps
and I'm the only one and I walk alone
" Boulevard of the broken dreams" (Green day)


El desencanto es una pequeña muerte de la inocencia. A veces confiamos, intentamos dar lo mejor de nosotros y no siempre resulta. A veces creemos conocer a una persona, le entregamos en bandeja nuestra confianza, la dejamos espiarnos el corazón, las ideas, los recuerdos. Nos compartimos: abrimos errores, transitamos dudas, escondemos penas. Y la persona nos devuelve una respuesta inesperada, nos congela con una mentira o nos somete a la indiferencia. La indiferencia es cordial : no grita, no se rebela, no lucha. Ve y no dice. Oye y no mira. Nos hacen creer que somos dignos de la atención de alguien y en el momento que necesitamos a la persona; se retira inmune. La bandeja de la confianza se quiebra y la reparación deja al descubierto la herida. Pero si nos quedamos en la mitad del camino, si la inoncencia no muere un poco, es aún peor porque desandamos los pasos y creemos que podemos volver a ofrecer la confianza. Es por eso que debe morir, apenas. Una muerte instantánea que nos deje la certeza de que no hay otra posibilidad que el aprendizaje. Desencantarse nos hace más fuertes, nos permite vernos y ver a los otros con ojos nuevos, ojos que van a intentar no tropezar pero no por eso van a dejar de recorrer el camino.

domingo, 16 de marzo de 2008

As time goes by

"Don´t say that later will be better
Now you´re stuck in a moment
And you can´t get out of it"
Stuck in a moment (U2)


Vivir dos veces la misma hora. Dos veces el mismo minuto, el mismo segundo. Observar cómo se burla de nosotros un artefacto de doce números al cual, querer ganarle, es casi imposible. Se empeña en demostrarnos que él adivina que no vamos a llegar, que nos olvidamos, que nos equivocamos. Nos hace una mueca burlona desde su aposento inamovible porque sabe que , querramos o no, lo miramos. Y si nos resistimos a mirarlo, nos tentamos de espiarlo. Lo necesitamos. Dependemos de sus latidos como si fueran los nuestros propios, y cuando intentamos serle indeferentes nos reconocemos con un surco en el rostro. Imposible detenerlo como imposible es detenernos. Cualquiera de nuestras inacciones supone movimiento y él ,que es testigo permanente, lo sabe.
La misma hora, nuevamente vivida, no es igual a ninguna otra. Son otros sesenta segundos en los que nosotros no somos los mismos, en los que respiramos y pensamos con la experiencia de la hora anterior. La podemos hacer diferente, podemos hacer que tenga nuevas risas, o que las lágrimas sean en esta nueva hora, al menos, compartidas. Nunca es el mismo tiempo. El lo sabe y por eso permanece impasible. Por más que a veces atrase, el juego al que nos somete es siempre una carrera hacia adelante.

lunes, 10 de marzo de 2008

Tootsie

The wild and windy night
That the rain washed away
Has left a pool of tears, crying for the day
Why leave me standing here
let me know the way

"The long and winding road" (Lennon/ Mc Cartney)


Un hombre y los ojos fijos en la pluma de una mujer. Ella y la tinta de su pluma como río de palabras. El, y los ojos inmóviles en la pluma fuente, ojos almendra, manos de tiza, la delicadeza de sus pies envueltos en botas de piel, la media sonrisa en los labios. El hombre y su mirada desde un auto azul, con las ventanas empañadas por la garúa de otoño. Su peso inclinado sobre el auto como corcel, armadura, refugio, castillo de caballero. Y la mujer con el cabello dorado y la firma sin fin. Y en cada trazo, el corazón del hombre arrugado por las palabras. El, su mirada dentro de sus razones. Ella, la pluma sumergida en su universo de papel. Los ojos fijos, artífices de sus fantasías, protagonistas de sus recuerdos, nublados de contradicciones e inmóviles.
Luego, la pluma lejos del papel y ella con la sonrisa más abierta y agradecida para un adiós a sus admiradores.
De pronto, el descubrimiento de los ojos fijos, un descubrimiento abrupto, el golpeteo incesante en el pecho y la pluma en silencio. Muchos pasos, la garganta atropellada, las piernas como tallos temblorosos, el aroma embriagador de la mañana, nubes en el estómago, un viento helado en la espalda.
Una mujer y sus ojos inundados muy cerca de la silueta de un hombre, un hombre con los ojos encendidos, bajo la lluvia.

domingo, 2 de marzo de 2008

Gragea rosa

Alguna vez, fuera del mundo conocido cayó un angel en medio de un vendaval de sonrisas.
Y cuando los angeles caen en medios tan suaves, despliegan las alas.

jueves, 28 de febrero de 2008

Big Brother

"Words like violence, break the silence
Come crashing in
into my little world"
" Enjoy the silence" (Depeche mode)

La voz dentro del cubículo se oyó con la fuerza de un volcán. Era la voz más poderosa que había escuchado jamás. Le indicó que entrara y la sangre se le atiborró en la cabeza causándole una ligera sensación de mareo. Se sentó en un sillón de cuero verde, mullido, que olía como a jabón de lavar. Miró hacia todas partes intentando adivinar qué le diría la voz ésta vez. El corazón le latía con fuerza. Se miró las manos para tranquilizarse, pensó en su verano en el campo rodeado de caballos cuando tenía quince años. Siempre usaba el recuerdo del campo o el olor de la menta para desacelerarse.
Hizo un ligero movimiento con la cabeza para espiar si había alguien pero al no escuchar la voz se sintió solo. Y no era una soledad que se llenara con presencias. Era el tipo de soledad que se llena solamente con palabras. A veces, pensaba que las palabras de alguien escritas en un libro, oídas en un subterráneo o escondidas en un pergamino antiguo le producían la sensación de compañía. Se sentía humano a través de las palabras. Y no sabía si la voz era humana o no, y no le importaba que lo fuera. Cerró los ojos cuando la escuchó nuevamente, y se dejó envolver por esa presencia. Y la voz le preguntó si ya tenía la respuesta para la pregunta que le había formulado el dia anterior. Se había olvidado de la pregunta, pero sabía que conocía la respuesta. Contestarle a una voz. Era contestar sin observar un parpadeo, un ligero arqueo de cejas, una mueca irónica en los labios. Y era contestar sabiendo que todas las expresiones posibles estaban contenidas en el sonido. Le dio la respuesta y oyó que podía retirarse. Se levantó como estirando ese momento y agradeció por el tiempo concedido.
Fuera del cubículo sintió la necesidad de volver a escuchar la voz. Observó a la gente a su alrededor; los rostros distendidos, la expresión despreocupada y los movimientos suaves. Como en una película muda.

miércoles, 27 de febrero de 2008

De paraísos y celuloides

"Behind the curtain, in the pantomime" (“The show must go on”, Queen)

Una lágrima que enciende la pantalla. Queremos alargar el brazo para tocar la mejilla, prestarle nuestro abrigo, esperar en la mesa del café. Pero no nos necesita. Abre la puerta, avanza por las calles de una ciudad polvorienta e inundada de afiches, llega a la esquina de un bar y mira el reloj. Vuelve a rodar la lágrima y no nos espera.
Otras veces se inicia con una sonrisa, y la queremos copiar, guardar, estirar para que se transforme en carcajada y se quede con nosotros. Muchas veces nos hace cerrar los ojos muy fuerte para que la memoria no se guarde la sangre, y otras, queremos abrirlos más grandes para llenarnos de mares, montañas nevadas, hamacas, primaveras, segundos de luna…
Nuestro mundo se abre al salir de la sala, el suyo, al entrar por la pantalla. Y es el mismo mundo.

Homenaje a Forrest

"My momma always said life was like a box of chocolates. You never know what you're gonna get." (Forrest Gump)
Bienvenidos a la vida en forma de chocolate o a las grandes sorpresas que nos depara su caja. Al abrirla nunca se sabe lo que nos va a tocar...