sábado, 12 de abril de 2008

Gragea roja

Sobre esa cicatriz
Veo el mapa de una guerra.
Pero la piel no combate,
Se guarda los secretos
Y dibuja heridas

martes, 8 de abril de 2008

Pulp Fiction

Some silken moment
Goes on forever
And we're leaving broken hearts behind
"Mystify"(INXS)

Fabio Linneo citó a Ronda en el bar de los techos celestes pero llegó un rato más tarde de lo acordado. Ronda estranguló el cigarrillo, miró hacia la ventana y maldijo en silencio a ese hombre que había conocido muchos años antes y que nunca la había hecho esperar. Todos la observaban y ella, con ese lunar que le interrumpía la sonrisa, se dejaba admirar jugueteando con los ojos ajenos que se volvían cada vez más desorbitados.
Finalmente, apareció Fabio, con el paso firme y la mirada dispersa en el escenario. Tiró una carpeta abultada de papeles sobre la mesa . Llamó a la mesera y le ordenó un capuchino con ración extra de crema, aunque, en los bares ese era el dato que nunca recordaban. Los papeles eran el escudo que no había tenido diez años antes, cuando esa mujer rubia y escotada lo había dejado vestido de príncipe frente a un sacerdote boquiabierto que intentaba explicar quién sabe qué a un público que murmuraba. La mesera regresó con el capuchino y la ración extra de crema. Era una joven alta y con los ojos despiertos, como si quisiera extraerle el jugo al mundo. Fabio le contó a Ronda que estaba trabajando en una película sobre la vida de Marilyn Monroe y que tenía pensado un papel para ella. Ronda respondió con sus habituales armas: la sonrisa perfecta, la voz aguda y suave, los ojos con pestañas imposibles de evitar. Y cuando ella terminó su discurso, el le dio el una hoja escrita. Ronda creyó que su protagónico era un hecho y continuó hablando de la maravilla de interpretar a Marilyn. La hoja sentenciaba: “Vaca y/o animal de granja: Sin texto” . Fabio le explicó que todo comenzaba en la granja de la tía de Marilyn, con la protagonista adolescente hablándole a su animal favorito. Ella gritó, lloró, lo insultó y le rompió el papel en mil pedazos. Se fue tan rápido que olvidó un pañuelo de seda y los cigarrillos. Fabio llamó a la mesera para pedirle la cuenta y además,le dio la dirección de su estudio: Era la primera vez en su vida que alguien se acordaba de la ración extra de crema.