lunes, 31 de mayo de 2010

Message in a bottle

" I'll send an SOS to the world
I'll send an SOS to the world
I hope that someone gets my
Message in a bottle"
Message in a bottle (Sting)

Sting atravesaba un camino lleno de arbustos húmedos, cortos, y árboles gigantes con copas que pendían, como si le llovieran hojas. Los atravesaba con un pantalón holgado floreado y una camisa blanca, abierta apenas. Se le mezclaban los sonidos con los movimientos, se oía una pandereta y muchas monedas que se chocaban, iba atravesando el camino cantando pero no se escuchaba la voz de Sting; solo se escuchaban esos tintineos, esos cascabeles, ese ir y venir sonoro que se fusionaba con el calor del ambiente.
Un sueño como cualquier otro, pero condimentado por sonidos que le resultaban familiares, como de vidas pasadas. Sting no tenía mucha relación pero esa es la parte incongruente de los sueños y prefirió dejarlo así. Dejó a Sting con el pantalon floreado cantando una balada originaria de un pueblo extraño en un continente desconocido.
Se levantó y se hizo café. Al menos le iba a sacudir los ojos de tanto verdor brillante. Leyó el diario, puso alimento balanceado en la pecera y se volvió a sentar. Cuando se regresa de la plenitud de la selva, los azulejos lavanda de una cocina parecen contener un frio insoportable, en cambio de azulejos se parecen a bloques de hielo pintados de violeta suave. Pintados iguales: uno por uno.
Fue hacia el placard y sacó el cuello clerical del cajón. Se lo puso frente al espejo mientras observaba que en los últimos cuatro dias la barba le había crecido suficiente. Era más incómodo llevarla así pero no tenía intenciones de afeitarse y no por pereza ni descuido.Estaba decidido a no hacerle caso, a no mirarse durante unos dias para ver que podia descubir después frente al espejo. Cuando uno no se mira, la imagen que uno tiene de si mismo empieza a retransformarse, se empiezan a borrar algunas lineas definitivas del rostro, se empieza a alisar o a enmarañar el pelo, se agrandan o achican los ojos. No se es el mismo cuando uno ya no mira a traves de. El hacia mucho tiempo ya que no era el mismo. Hacía mucho tiempo que se levantaba y tomaba café y leia el diario y abría la ventana y entraba el sol. Hacía mucho tiempo ya que alimentaba a los peces, que se ataba los cordones y revisaba las tareas del dia. Hacía mucho tiempo que llegaba a la iglesia y celebraba misa. Y hacía mucho tiempo también que recorria los jardines, se sentaba a leer en un banco, acomodaba los libros, revisaba los anotadores. Pero la noche en la que soñó que un cantante atravesaba un campo fragante mientras entonaba una canción poderosa que el no podía oir se levantó con un peso diferente en el cuerpo. Fue ese mismo dia el que decidió dejar de mirarse al espejo y atravesar los espacios como si fueran un camino ligero, que se transita en medio de un sinfín de melodias extrañas que uno va aprendiendo a medida que las entona. Como Sting pero sin el pantalón floreado, o como Sting pero con un cuello clerical blanco, en el medio de un gentío pegajoso e intenso en el que tenía que abrirse paso para escuchar su propia melodía.

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